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La Religión y los Acuerdos Iglesia-Estado

Los acuerdos Iglesia-Estado sobre la clase de Religión no se cumplen

El Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Antonio María Rouco Varela, denunció que el Estado incumple los Acuerdos sobre Educación y Asuntos Culturales entre la Santa Sede y España por la «deficiente regulación jurídica» de la enseñanza de Religión y Moral Católica.
A estas declaraciones son una verdad manifiesta, ha contestado el auto denominado teólogo: Juan José Tamayo, que afirmó que la asignatura de Religión Católica en las escuelas públicas es un resto del nacionalcatolicismo del franquismo que hay que eliminar.
Es algo que pertenece a la etapa del franquismo y ahora mismo debe “desaparecer», sentenció.
No obstante, Tamayo se mostró partidario de que en las escuelas públicas haya una asignatura de Historia de las Religiones o de Ciencias de las Religiones, para un conocimiento objetivo, científico, crítico y no apologético o confesional de ninguna religión. Y dijo que no cree que esté discriminada la clase de Religión en la escuela, sobre todo la católica, sino que está supervalorada y superreconocida. Criticó también  el «privilegio» de la jeraquía católica española cuando un Estado aconfesional como el español paga los salarios de los profesores de Religión.
A este autodenoninado teólogo -yo le he oido calificarse como colega de Hans Küng- , (¿qué osadía? pensé) y que dirige  (¿cómo la consiguió? me pregunto) la Cátedra de teología y ciencias de las religiones, “Ignacio Ellacuría en la Universidad Carlos III, a este autonomiando -insisto- teólogo, que vive de la Teología hablando siempre mal de la Teología Católica, se le puede aclarar que más de 15.000 profesores de Religión piden -en un Estado de Derecho- que se cumplan las leyes pactadas. Piden una asignatura seria, también para los que no cursen (por no elección en libertad) la asignatura confesional de Religión. Es decir, también para aquellos estudiantes que no quieran matricularse en Religión. Sería una forma de evitar la asignatura de Religión siga «discriminada» en las escuelas.
Esos miles de profesores de Religión defienden que los padres tengan la libertad de elegir si sus hijos estudian una religión -la católica u otra- pero si esta asignatura se incluye en el curriculo escolar debe tratarse como cualquier otra, algo que ahora no ocurre.
Y esos miles de profesores que como no podría ser de otra manera cobran el salario del Estado español, igual que tú -Tamayo- coinciden con Rouco en la denuncia de incumplimiento de los acuerdos con la Santa Sede.
Yo me atrevo a proponer una solución: sería sustituir Atención Educativa por Historia y Cultura de las Religiones. Una alternativa a la clase religiosa que garantizará que todos los alumnos siguen un temario y que estas horas lectivas no terminan en tiempo libre.

EL ABORTO ES UN DELITO PORQUE ES UN CRIMEN

 

¿Es el aborto un crimen?

El lunes 20 de abril, 2009 dos diarios de alcance nacional y distintos, publicaron dos sendas entrevistas que merecen un comentario.

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ABC en su contraportada, entrevistaba a Joaquín Montero, teniente de alcalde del PSOE y activista contra el aborto.

En esta entrevista manifiesta su postura en contra de la actual ley y de la nueva normativa propuesta. Y razona: Una sociedad o grupo de poder no puede legitimar qué vida merece ser vivida y cuál no.

Y termina la entrevista con esta respuesta del alcalde socialista: ¿También puede decidir una madre sobre el hijo ya parido?. La propiedad sobre las personas ya fue abolida en la historia de la humanidad. No es lícita ni la propiedad sobre la mujer ni la propiedad sobre el hijo.

 

La otra entrevista apareció en El País. Fue a la flamante ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez.

Trinidad Jiménez, por el contrario considera que la mayoría de las mujeres de 16 años están en condiciones de tomar una decisión sobre su sexualidad y la posibilidad de interrumpir un embarazo. Se le pregunta si cree que los hospitales públicos asumirán el aborto, como pretende la ley?. Considera que derecho a la objeción de conciencia sí, pero siempre que se garantice el derecho de la mujer a la interrupción del embarazo.trinidad-jimenez

Considera asimismo que tiene poco sentido el debate al que estamos asistiendo hoy y que se tuvo ya hace muchísimos años…No estamos discutiendo si se puede interrumpir o no el embarazo, eso ya lo discutimos y socialmente está muy superado. Ahora, contestó, se trata de aprobar la ley para ofrecer más seguridad a mujeres y profesionales.

Durante su discurso inaugural de la 93 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la CEE, Antonio María Rouco Varela, afirmó el lunes, 20 de abril, que “el crimen del aborto ensombrece la historia de la humanidad”, en clara alusión a la reforma de la ley que el Gobierno socialista tiene previsto presentar antes de verano.

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Con la nueva legislación, “se quiere reducir la democracia al mecanismo empírico”, mediante la aprobación de leyes que representen “simplemente una especie de denominador común de las diversas opiniones e intereses presentes en la sociedad, aun cuando lo que esté en cuestión sea el derecho fundamental a la vida”, dijo Rouco.

Ante estas palabras la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, dijo en Pola de Lena (Asturias) que el papel de la Iglesia es el de establecer qué es y qué no es «pecado», pero señaló que no le corresponde decir lo qué es «delito», cuestión que depende de los legisladores. «El gobierno sabe que en una cuestión como esta no podemos contentar a todo el mundo», explicó Bibiana Aído en relación al proyecto de reforma de la ley del aborto. aido

El catedrático y ex presidente del Congreso de los Diputados Gregorio Peces-Barba opinó el martes día 21 en Granada que la Iglesia Católica en nuestro país «se mete donde no le llaman» e indicó que esta institución debe aprender a encontrar su sitio en la sociedad.gregorio-peces-barba-uc3m1

Conclusión: El aborto es un delito porque es un crimen. Para quien sea creyente, además, es un pecado, porque va contra el 5º mandamiento de la ley de Dios: No matar.