¿Desde cuando, José Manual, el velo con que tapan su cabeza y su cara las mujeres musulmanas obedece a un mandato divino? Es más bien todo lo contrario, un signo de humillación impuesto por sus hombres machistas y celosos. El velo que las mujeres europeas llevaban antiguamente sobre la cabeza en la Iglesia ¿era también voluntad divina? Ahora ya no lo llevan. Seguro que era una reminiscencia musulmana.
Las leyes las hacen los hombres y en los estados democráticos hay que cumplirlas(si es que hay alguno que lo sea de verdad) …En definitiva, que Dios manda solo amarse unos a otros y nada más. Cosa que no fomentan los gobiernos ni los jueces de ningún país sea de la religión que sea, porque no se deciden a eliminar la pobreza del mundo, cosa que es factible. Lo que demuestra que el dios que impera en todas partes es el dinero. No nos vayamos por las ramas de una religión que no tiene a Dios.
Francisco, parece que no has entendido, toda la reflexión.
La conciencia prima en el pasillo de la propia casa y en la plaza pública. Claro, mientras no enarbole una conducta contraria al bien común, es decir, a una legislación respetuosa con los más elementales derechos humanos.
El aborto no es un derecho, por más que algunos lo quieran mostrar como tal.
Y el 5º mandamiento dice: «no matarás», ahora y siempre.
Religión y Cultura y Ciencia 
¿Desde cuando, José Manual, el velo con que tapan su cabeza y su cara las mujeres musulmanas obedece a un mandato divino? Es más bien todo lo contrario, un signo de humillación impuesto por sus hombres machistas y celosos. El velo que las mujeres europeas llevaban antiguamente sobre la cabeza en la Iglesia ¿era también voluntad divina? Ahora ya no lo llevan. Seguro que era una reminiscencia musulmana.
Las leyes las hacen los hombres y en los estados democráticos hay que cumplirlas(si es que hay alguno que lo sea de verdad) …En definitiva, que Dios manda solo amarse unos a otros y nada más. Cosa que no fomentan los gobiernos ni los jueces de ningún país sea de la religión que sea, porque no se deciden a eliminar la pobreza del mundo, cosa que es factible. Lo que demuestra que el dios que impera en todas partes es el dinero. No nos vayamos por las ramas de una religión que no tiene a Dios.
Francisco, parece que no has entendido, toda la reflexión.
La conciencia prima en el pasillo de la propia casa y en la plaza pública. Claro, mientras no enarbole una conducta contraria al bien común, es decir, a una legislación respetuosa con los más elementales derechos humanos.
El aborto no es un derecho, por más que algunos lo quieran mostrar como tal.
Y el 5º mandamiento dice: «no matarás», ahora y siempre.