• Categorías

  • Archivos

José Bono, el Católico (continuación)

LogoProvida_2009Documento de «cristianos socialistas» sobre el aborto

El grupo del PSOE “Cristianos socialistas” en un reciente documento sobre el aborto cuestionan el “derecho al aborto” que se pretende implantar en la nueva ley.
En la elaboración de este documento son protagonistas dos socialistas que se auto-confiesan católicos: El Presidente del Congreso, José Bono y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Invitan, por otra parte, a plantear la cuestión “con serenidad”; reclaman “garantizar una maternidad libremente querida y responsable, por un lado, y por otro, la protección respecto del feto”, porque “es propio de la tradición socialista y humanista proteger al más débil”.
Y también ven “necesario regular la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios”.

Las preguntas surgen con rapidez. ¿Cómo un católico puede sostener que la nueva ley que se pretende aprobar “ofrece un marco legal más honesto con la realidad y acorde con la legislación europea mayoritaria”.
Reconocen que esa nueva ley no es honesta. ¿Hacen algo más para que no se apruebe?
Por otra parte, dicen que la nueva ley “refuerza la seguridad jurídica de la mujer y del profesional”

Dos millones de personas, según la organización, y 1,2 millones de personas, según la Comunidad de Madrid, secundaron el sábado día 17 de octubre la manifestación convocada por 42 asociaciones civiles en contra el proyecto de Ley del aborto del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Para los manifestantes, la iniciativa del Gobierno supondrá «la desprotección total de las dos víctimas del aborto: el niño no nacido, que carecerá de toda protección jurídica, y la mujer, abocada al aborto sin alternativas posibles».

Como ha dicho recientemente el catedrático César Nombela miembro del Comité Español de Bioética, el respeto a la vida humana no va unido a ninguna creencia religiosa o ideología, sino a «una actitud fundamentalmente humana».
Progresismo es respetar la vida y respetar la del más vulnerable (la del que está en el vientre de su madre) es aún más progresismo.
Las diversas excusas como la de protección jurídica o que no se quiere que vaya a la cárcel ninguna mujer que aborte, son sencillamente señuelos para distraer el tema.

Objeción de conciencia y convicciones religiosas

La objeción de conciencia y las convicciones religiosas

A finales de siembre tuvo lugar en la Audiencia Nacional la vista de una declaración un tanto original. La marroquí Fátima Hassisni, declaraba como testigo en un juicio contra nueve islamistas detenidos en Cataluña en 2006. Lo novedoso del tema reside en que Fátima acudió con burka. El juez Javier Gomez Bermúdez le pidió que se quitara el burka para poder verle el rostro. La testigo en la segunda comparecencia obedeció y quitándose el velo dejó ver su rostro. El magistrado le explicó que en Occidente la ley civil prevalece sobre las leyes religiosas y que el tribunal necesitaba valorar las expresiones de su rostro en la declaración
Tras aceptar estos argumentos, la mujer marroquí ha declarado hoy con el burka levantado mostró su rostro, aunque de espaldas al público, de tal forma que se ha respetado su deseo de no aparecer descubierta ante las cámaras.estatua_de_la_libertad

¿Obedecer a Dios o a los hombres?
Hechos 4, 1-2; 18-20
1 Estaban hablando al pueblo, cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos, 2 molestos porque enseñaban al pueblo y anunciaban en la persona de Jesús la resurrección de los muertos. 18 Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o enseñasen en el nombre de Jesús. 19 Mas Pedro y Juan les contestaron: «Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a vosotros más que a Dios. 20 No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.»

Hechos 5, 27-29
27 Les trajeron, pues, y les presentaron en el Sanedrín. El Sumo Sacerdote les interrogó
28 y les dijo: «Os prohibimos severamente enseñar en ese nombre, y sin embargo vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.» 29 Pedro y los apóstoles contestarón: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

¿Hay que obedecer antes a Dios o a los hombres?. Los apóstoles, al igual que los cristianos en todo momento histórico, incluyendo el actual, se enfrentaron con sus armas (amor, paciencia, perseverancia, verdad) a los poderes fácticos establecidos. Las leyes de los hombres deben buscar su bien verdadero y la protección de la sociedad. Cuando las leyes de los hombres entran en conflicto con las leyes de Dios, es un deber del cristiano oponerse a tales leyes con todos los medios lícitos a su alcance. Por ejemplo, la objeción de conciencia. Incluso autores como San Agustín iba más allá; era partidario, incluso, de la desobediencia civil.

Por lo tanto, el aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia. Desde los orígenes de la Iglesia, la predicación apostólica inculcó a los cristianos el deber de obedecer a las autoridades públicas legítimamente constituidas (cf. Rm 13, 1–7, 1 P 2, 13–14), pero al mismo tiempo enseñó firmemente que «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 4, 19; 5, 29). Ya en el Antiguo Testamento, precisamente en relación a las amenazas contra la vida, encontramos un ejemplo significativo de resistencia a la orden injusta de la autoridad. Las comadronas de los hebreos se opusieron al faraón, que había ordenado matar a todo recién nacido varón. Ellas «no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños» (Ex 1, 17). Pero es necesario señalar el motivo profundo de su comportamiento: «Las parteras temían a Dios». Es precisamente de la obediencia a Dios —a quien sólo se debe aquel temor que es reconocimiento de su absoluta soberanía— de donde nacen la fuerza y el valor para resistir a las leyes injustas de los hombres.

José Bono el Católico

 Bono y CañizaresEl discurso contradictorio y sofista de José Bono

Acabo de leer unas recientes declaraciones del Presidente del Congreso, José Bono.

Voy a resaltar las reflexiones que me parecen más “chocantes” o contradictorias.
Dice el Sr. Bono que:

1º.- “…espera y desea que la reforma de la legislación sobre el aborto se mejore en su trámite parlamentario y, en concreto, confía en que no se impida la compañía y las opiniones del entorno de la menor que tiene que tomar esa decisión, pues le «choca» que una chica de 16 años pueda abortar sin la opinión y el apoyo de las personas que la quieren…”
Le “choca” que una chica de 16 años pueda abortar sin la opinión y el apoyo de las personas que la quieren.

Sr. Bono el problema no es que la chica de 16 años aborte sin comunicarlo a sus padres. El problema es que decida abortar. Porque el aborto  es matar un ser humano ya concebido.

2º.- José Bono considera el aborto como un fracaso, un hecho triste.  Sr. Bono,  referirse al aborto como el que se refiere, por ejemplo,  al fracaso escolar es algo muy triste.  El aborto es más que un fracaso, es un crimen.

3º.- Para José Bono, “…el aborto tiene una trascendencia social grande, se presta a hacer planteamientos hasta muy demagógicos y sería bueno alcanzar el máximo nivel de consenso».  Sr. Bono no hay términos medios. El aborto es un crimen. Es matar un inocente.

4º .- José Bono no se plantea apelar al voto de conciencia cuando el proyecto llegue al Pleno del Congreso pues tal y como está configurada la legislación electoral española, los diputados debemos         –dice- el escaño al partido que nos presenta en listas cerradas y bloqueadas. «No me planteo la posibilidad de la indisciplina», garantizó.
Sr. Bono la conciencia personal está por encima de la legislación partidista. Y la conciencia y convicción personal se manifiesta en las conductas particulares.  No somos católicos en el pasillo de casa y dejamos de serlo en el Parlamento, en el trabajo.

Las declaraciones siguen en la misma línea contradictoria cuando alude a los símbolos religiosos.

OPOSICIÓN AL ABORTO. EL ABORTO ES UN CRIMEN. OPOSICIÓN A TODO LO QUE VA CONTRA LA VIDA.

¿Estamos en un régimen totalitario?

Martinez CaminogranorOposición al aborto y a todo atentado a la vida como es: eutanasia, pena de muerte, torturas, destrucción del medio ambiente, etc.

Son los regímenes totalitarios los que no tienen en cuenta el valor de la vida. El aborto es un acto de violencia realizado contra los no-nacidos y contra sus madres.
Hay vida, vida humana en el óvulo fecundado y se destroza una vida humana al destruir lo que la madre lleva en su vientre: un ser humano y distinto. No es parte del cuerpo de la madre.

El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, José Antonio Alonso manifestó ayer (18-junio-2009) que la Conferencia Episcopal «tiene que entender que en el ámbito de lo público la única moral posible es la de la Constitución. Los intereses y derechos de los ciudadanos, se regulan en sede parlamentaria». «Las leyes se hacen en el Parlamento de España con criterios políticos, con la afirmación de los derechos y libertades constitucionales y no con morales privadas», aseveró, agregando que «las morales privadas pueden ser lícitas en el ámbito privado«.

Este Señor tiene un “pequeño” cacao mental, por no decir otra cosa.
Es decir, ¿que la constitución está por encima de mi conciencia moral? Esa moral mía que no se queda en casa, que me acompaña cuando paseo, cuando trabajo, cuando tomo decisiones, etc. Esa moral que es mía pero que se hace pública porque yo soy ciudadano. Esa moral que me permite tener opiniones propias y decisiones inspiradas en mis propias convicciones, de las que yo me hago responsable. ¿La constitución es la instancia moral que anula mi capacidad moral? Eso es puro totalitarismo, pensamiento único.Ministro Alonsograno

Es decir, que según esta lógica del Ministro Alonso puede suceder -¿vamos camino de ello?- que los ancianos, los minusválidos, los incurables, los “antisociales”, todos aquellos a los que la permisión del aborto pone en la lista de los futuros condenados, se les puede no considerar personas humanas con derecho a la vida, sino unos seres molestos a una sociedad que no les considera productivos, sujetos de dignidad, dignos de vivir. ¡Hay que eliminarlos!. Se puede votar. Hitler estaría totalmente de acuerdo.

Pero ¿a dónde vamos a llegar?. ¿No nos damos cuenta?

El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, que se definió públicamente católico, denunció este jueves, al ser preguntado por el último comunicado de la Conferencia Episcopal contra la reforma de la Ley de Aborto, la «hipocresía» al criticar una ley que «sólo se diferencia» de la que ya regía con el Gobierno del PP en que ofrece más garantías a las mujeres y a los profesionales de la medicina.

Minisro BlancogranoPor su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, acusó a los obispos de no saber «como siempre» cuál es su lugar.
Y exigió a los obispos que «dejen al Parlamento» trabajar y les sugirió que, en el ámbito de los fieles a su Iglesia, les hagan «las recomendaciones que estimen oportunas«.

Libertad de expresión, señora Ministra, libertad.

La vida humana desde su concepción hasta la muerte natural es un valor a respetar.
Lo progresivo no es el aborto. Lo progresivo es ayudar eficazmente a las familias, asistiendo legal y socialmente a la madre soltera, tanto a la que desee quedarse con su hijo como a la que quiera darlo en adopción.Ministra Salgadograno

PUES VAMOS A DECIR LAS COSAS CLARAS: El aborto es un crimen. Permitir, legislar a favor del aborto es estar de parte del crimen. La historia nos juzgará. Estamos ante una legislación terrorífica. Y cuando se quiere dar carta de naturaleza a algo terrorífico se inventan eufemismos como llamar al verdugo “ejecutor de la justicia”, “interrupción voluntaria del embarazo”, “muerte digna” se llama a la eutanasia. Ahora se quiere hacer llegar a la ciudadanía que el aborto es un derecho.
Se acusa de hipocresía porque el PP no modificó la ley actual. Se sostienen disparates como que el feto no es un ser humano, aunque sí es un ser vivo o que forma parte del cuerpo de la madre. Justificar, justificar, imponer, que todos digan “amen”. ¿Es esto totalitarismo?

El aborto es un crimen, porque es matar a un inocente. A los obispos hay que “callarles” porque transmiten comunicaciones maliciosas, hablan claro. Eso molesta al poder.

Vamos a mirar con valentía lo que sucede. Vamos a llamar a las cosas por su nombre. El aborto consentido por la ley es la mayor matanza que ha tenido lugar en la historia de la humanidad. No hay precedente. No podemos callar ante esta tragedia. No estamos ante un asunto político. No se trata de dar por buena la ley actual vigente que contempla la despenalización del aborto en tres supuestos. Tenemos que clamar contra el aborto. Todo aborto es un crimen, una tragedia también para la madre, un desastre para la sociedad.

Señores del Parlamento, a través del voto no podemos convertir lo inmoral en moral.