Los santos inocentes

¿Se repite la historia en pleno siglo XXI?

Un Rey y un Faraón hace siglos sacaron decretos asesinos contra los niños.

El 28 de diciembre es el día de los santos inocentes. En este día  recordamos el valor incuestionable de la vida. Un valor que está por encima de nuestra opinión, ideología, cultura, religión y condición social. Un valor que toda la humanidad tiene en común.

Querer convertir un delito en un derecho, nos recuerda la escena de Herodes decretando matar a todos los niños nacidos en Belén con menos de 2 años. (Mt.2,16). Ello motivó que el recién nacido Jesús con sus padres José y María, huyeran a Egipto.

Nos recuerda asimismo la orden (decreto) del faraón cuando promulga matar a todos los niños.

El faraón de Egipto dio también orden a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifrá, y la otra  Puá, que dejasen las mujeres judías morir a los niños. No tuvo éxito la orden. Por eso el Faraón dio a todo su pueblo esta nueva orden: «Todo niño que nazca lo echaréis al Río; pero a las niñas las dejaréis con vida.» (Ex.1).

En España, sabemos qué votan algunos diputados en el Parlamento. Incluso algunos que se autoproclaman “católicos”. ¿Será de boquilla?

Todavía esperamos que otras instancias (rey, por ejemplo) se pronuncien al respecto. ¿Se repetirá la historia vivida con Herodes y el Faraón?

Se oye un grito en el cielo:  ¡el aborto es un crimen!

Ver también

La Religión y los Acuerdos Iglesia-Estado

Los acuerdos Iglesia-Estado sobre la clase de Religión no se cumplen

El Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Antonio María Rouco Varela, denunció que el Estado incumple los Acuerdos sobre Educación y Asuntos Culturales entre la Santa Sede y España por la «deficiente regulación jurídica» de la enseñanza de Religión y Moral Católica.

A estas declaraciones son una verdad manifiesta, ha contestado el auto denominado teólogo: Juan José Tamayo, que afirmó que la asignatura de Religión Católica en las escuelas públicas es un resto del nacionalcatolicismo del franquismo que hay que eliminar.

Es algo que pertenece a la etapa del franquismo y ahora mismo debe “desaparecer», sentenció.

No obstante, Tamayo se mostró partidario de que en las escuelas públicas haya una asignatura de Historia de las Religiones o de Ciencias de las Religiones, para un conocimiento objetivo, científico, crítico y no apologético o confesional de ninguna religión. Y dijo que no cree que esté discriminada la clase de Religión en la escuela, sobre todo la católica, sino que está supervalorada y superreconocida. Criticó también  el «privilegio» de la jeraquía católica española cuando un Estado aconfesional como el español paga los salarios de los profesores de Religión.

A este autodenoninado teólogo -yo le he oido calificarse como colega de Hans Küng- , (¿qué osadía? pensé) y que dirige  (¿cómo la consiguió? me pregunto) la Cátedra de teología y ciencias de las religiones, “Ignacio Ellacuría en la Universidad Carlos III, a este autonomiando -insisto- teólogo, que vive de la Teología hablando siempre mal de la Teología Católica, se le puede aclarar que más de 15.000 profesores de Religión piden -en un Estado de Derecho- que se cumplan las leyes pactadas. Piden una asignatura seria, también para los que no cursen (por no elección en libertad) la asignatura confesional de Religión. Es decir, también para aquellos estudiantes que no quieran matricularse en Religión. Sería una forma de evitar la asignatura de Religión siga «discriminada» en las escuelas.

Esos miles de profesores de Religión defienden que los padres tengan la libertad de elegir si sus hijos estudian una religión -la católica u otra- pero si esta asignatura se incluye en el curriculo escolar debe tratarse como cualquier otra, algo que ahora no ocurre.

Y esos miles de profesores que como no podría ser de otra manera cobran el salario del Estado español, igual que tú -Tamayo- coinciden con Rouco en la denuncia de incumplimiento de los acuerdos con la Santa Sede.

Yo me atrevo a proponer una solución: sería sustituir Atención Educativa por Historia y Cultura de las Religiones. Una alternativa a la clase religiosa que garantizará que todos los alumnos siguen un temario y que estas horas lectivas no terminan en tiempo libre.

¿Bono el católico sigue en la comunión de la Iglesia?

Aclaraciones al “Bono Católico”.

Dice Bono, al expresar lo que piensa sobre la ley del aborto que se tramita en el Parlamento que preside, que “somos muchos los cristianos que aspiramos a seguir a Cristo, no al obispo Martínez Camino». Es corriente en Bono, que tiene a bien resaltar que es cristiano y católico, soltar este tipo de boutades. Mientras ¿la Jerarquía de la Iglesia considera que el Presidente del Congreso, toda una autoridad del Estado, está en comunión con la Iglesia de Cristo?

¿No se estará riendo de la Iglesia y de Jesucristo, este autoproclamado católico?

Sr. Bono una persona que actúa como Vd. está fuera de la Iglesia Católica; lo dice la Jerarquía de la Iglesia española y lo dice la Santa Sede.

¿Tiene conciencia el Sr. Bono?

Ha dicho también que el en el sistema electoral español el voto en conciencia está «prácticamente desterrado», por lo que si un diputado está en contra de la futura ley del aborto, porque su conciencia así se lo dicta, debe dejar el escaño, porque «el voto es más del partido aunque la opinión sea de la persona»

Sr. Bono, Vd. es lo más lejano del político honesto, ya que no le importa las convicciones y vota según la batuta del que mande en el partido. Y además se jacta de ello.

No tiene conciencia. Sí quiere, en cambio, imponer criterios políticos.  “El voto pertenece al partido y la opinión a la persona”, indica. Lo cual quiere decir que en el partido no puede haber opinión: quien entra en sus filas, debe callar y acatar lo que diga la dirección. Eso Sr. Bono es totalitarismo.

Un cristiano, Sr. Bono, en el Parlamento, en su casa, en el Santiago Bernabeu o donde sea, debe -en conciencia- obedecer antes la ley de Dios que la de los hombres. ¿En qué Dios cree el católico Bono?. Dice seguir a Jesús, no a los obispos; ¿es que lo obispos no enseñan a Jesús?

Monseñor Martínez Camino no habla a título personal; refleja la doctrina de la Iglesia Católica sobre el valor de la vida y dice que matar a un inocente (eso es el aborto) es un asesinato. El 5º mandamiento de la Ley de Dios, dice: “no matar”.

Vd. Sr. Bono no pertenece a la Iglesia Católica, sospecho que sí a una secta.

Ha dejado claro que no está en disposición de imponer su código moral a nadie como tampoco quiere que le «imponga nadie como código moral lo que pudiera ser para algunos un código ideológico», y ha deseado que el proyecto de ley cuente con el mayor acuerdo posible.

El Sr. Bono justifica con su respaldo una ley que concede a la mujer el “derecho” a matar a su hijo sin ninguna excusa, hasta la semana 14 de embarazo y hasta la semana 22 si alega alguna malformación del feto o repercusión para su bienestar psíquico. Bono quiere justificar lo injustificable y se apoya en juegos malabares de palabras, pretendiendo así confundir a la sociedad.

Este Presidente del Congreso no tiene conciencia. Hay que tomar nota.

¿Saramago, el Salman Rusdhie para el cristianismo?

¿Saramago prentede ser el Salman Rushdie para el cristianismo?
(Un escritor, premio Nobel de Literatura haciendo de Teólogo).

Caín es el protagonista de la nueva novela de José Saramago. Se sirve de este personaje bíblico para realizar un rápido viaje por la Biblia. En la presentación del libro (octubre 2009), arremetió contra el Papa y el Vaticano.

“Que Ratzinger tenga el valor de invocar a Dios para reforzar su neomedievalismo universal, a un Dios que jamás ha visto, con el que nunca se ha sentado a tomar un café, demuestra solamente el absoluto cinismo intelectual del personaje”, cuestionó Saramago, quien por otra parte confesó que ha dejado de ser un ateo tranquilo para convertirse en uno cuestionador: “A las insolencias reaccionarias de la Iglesia católica hay que responder con la insolencia de la inteligencia viva, del buen sentido, de la palabra responsable. No podemos permitir que la verdad sea ofendida todos los días por presuntos representantes de Dios en la Tierra a los que en realidad sólo les interesa el poder”, afirmó. Y dijo que: “si todos fuéramos ateos, viviríamos en una sociedad más pacífica”. Yo soy ateo y me siento incapaz, incluso haciendo un esfuerzo mental, de creer en Dios, de acercarme a esa sensación. Y, en mi caso, nunca he tenido ninguna duda sobre las consecuencias enormemente negativas y nefastas de la existencia de religiones, que inevitablemente se oponen las unas a las otras.

Caín mata a Abel. Es muy fácil, dijo, condenar a Caín por fratricidio. Yo lo que hago es poner una parte de la culpa en Dios: Él, que todo lo sabe, podría haber evitado eso. Su responsabilidad es que cuando los dos hermanos le ofrecen los productos de su trabajo, Caín, al ser agricultor, le ofrece verduras, y Abel, como es ganadero, le regala carne. Dios queda encantado con la grasa del cordero ardiendo en la hoguera… y desprecia las ofrendas de Caín. ¿Qué clase de Dios es este que, para enaltecer a uno, desprecia a otro, de una manera tan provocadora? Caín es humillado por Dios, y mata a su hermano porque no puede matar a Dios, que es lo que quisiera.

Algunas precisiones al ateo teólogo

El relato de Caín y Abel, tiene un alcance general. Después de la rebelión del Hombre contra Dios (pasaje de la caída en El Paraíso), viene la rebelión del Hombre contra el Hombre. Y a todo ello se opone el mandamiento que resume toda la Ley: el amor a Dios y al prójimo. A Dios nadie le ha visto jamás. Si alguno dice : “amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Dice la Biblia que Dios miró propicio a Abel y su oblación, más no miró así a Caín y su oblación. Abel es el menor y el es el preferido; de esta forma se manifiesta la libre elección de Dios, su predilección por los humildes. Este tema se repite a menudo a través del Génesis: Isaac preferido a Ismael, Jacob a Esaú, Raquel a Lía, etc.

¿Tan difícil es comprender esto?. ¿Saramago, con sus boutades, querrá vender más libros?